Muchos dicen que una boda en exterior no tiene comparación con una en interior, y en ocasiones, es verdad. Pero a veces... a veces se pueden crear ambientes tan bonitos que solo en el interior de espacios como este pueden brillar.
Nosotros tuvimos la suerte de formar parte de una boda muy especial.
Sheila y Jose eligieron el Monasteri de Sant Jerònim como escenario, pero el cielo decidió no acompañar esa noche. A pesar de eso, nosotros creemos, que al mal tiempo, buena cara. Así que le dimos un giro a los acontecimientos, y trabajamos con la iluminación RGB.
¿El resultado? Mágico.
